La Sociedad del Cansancio de Byung-Chul Han: Un Análisis Profundo sobre la Medicalización Contemporánea
En un mundo donde la velocidad y la productividad se han erigido como los máximos valores, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, en su obra La Sociedad del Cansancio, nos ofrece una reflexión crítica sobre las consecuencias de vivir bajo estos paradigmas. Este texto se ha convertido en una pieza clave para entender los procesos de medicalización de la sociedad contemporánea, donde enfermedades como la depresión, el TDAH o el burnout se han multiplicado exponencialmente. Como médico y aficionado a la filosofía, me propongo analizar brevemente las tesis de Han, poniendo especial énfasis en cómo estos procesos afectan a la individualidad y al colectivo, y cómo se reflejan en la práctica médica y filosófica actual.
La Sociedad del Rendimiento y su Pathos
Han argumenta que hemos transitado de una sociedad disciplinaria, tal como la describió Foucault, a una sociedad del rendimiento. En esta nueva estructura social, el individuo no es sometido por una autoridad externa, sino que es autoexplotado, motivado por términos como «auto-mejora» y «auto-optimización». Esta dinámica, lejos de liberarnos, ha generado una multiplicidad de enfermedades psicosociales que Han describe como el pathos de la sociedad del rendimiento.
Medicalización de la Sociedad
La medicalización, entendida como el proceso por el cual problemas no médicos son tratados como enfermedades, ha encontrado en la sociedad del rendimiento un caldo de cultivo excepcional. En este contexto, la respuesta a la fatiga, el desgano o incluso el aburrimiento, frecuentemente se busca en el ámbito de lo farmacológico, obviando las causas subyacentes que tienen que ver con la estructura misma de nuestra sociedad.
Byung-Chul Han y la Crítica a la Medicalización
Han es crítico con esta tendencia a medicalizar la existencia. A su juicio, enfrentamos una «pandemia de positividad» que nos impide aceptar la vida en su plenitud, incluyendo aspectos como el dolor, la tristeza o el fracaso, los cuales son inherentemente humanos. La constante búsqueda de soluciones médicas a problemas sociales o existenciales nos aleja de la posibilidad de confrontar la raíz de estos problemas, empujándonos hacia una superficialidad que termina por enfermarnos más.
Desde un punto de vista filosófico, Han nos invita a reflexionar sobre el significado de la vida, la felicidad y el sufrimiento. La medicalización de la sociedad es un síntoma de una crisis más profunda relacionada con nuestra incapacidad para lidiar con la finitud y la vulnerabilidad humana. Desde la práctica médica, este análisis nos obliga a reconsiderar nuestra aproximación al tratamiento de los pacientes, promoviendo un enfoque más holístico que considere no solo el aspecto biológico, sino también el psicológico, social y existencial.
Hacia una Desmedicalización de la Existencia
La propuesta de Han no es un rechazo a la medicina, sino un llamado a repensar nuestra relación con ella. Es necesario desarrollar una crítica de la razón farmacológica que domine el discurso médico actual y buscar formas de convivencia que acepten la vida en su complejidad. Esto implica valorar otras formas de sabiduría y prácticas de cuidado que nos permitan enfrentar el dolor y el sufrimiento de manera más integrada y menos dependiente de soluciones farmacológicas.
Conclusión
La Sociedad del Cansancio de Byung-Chul Han es una obra fundamental para comprender los desafíos de nuestra era. La medicalización de la sociedad es solo un síntoma de una problemática más amplia que requiere una reflexión profunda sobre los valores y estructuras que rigen nuestras vidas. Como médicos y filósofos, tenemos la responsabilidad de guiar esta reflexión, promoviendo un enfoque más humano y menos mecánico en el trato de las enfermedades psicosociales.
Bibliografía de Relevancia
Han, Byung-Chul. La Sociedad del Cansancio. Herder Editorial, 2012.
Vigilar y Castigar: La Medicina como Instrumento de Poder según Foucault
En la emblemática obra «Vigilar y Castigar», Michel Foucault nos sumerge en un análisis profundo y revelador sobre cómo las instituciones y prácticas, entre ellas la medicina, se convierten en herramientas de poder y control dentro de la sociedad. Esta visión de Foucault sobre la medicina como instrumento de poder no solo desafía nuestra comprensión de la práctica médica sino que también nos invita a reflexionar sobre la estructura misma de nuestro tejido social y las dinámicas de poder que lo configuran.
Vigilar y castigar. La mirada médica
Desde el inicio de «Vigilar y Castigar», Foucault describe cómo, en la modernidad, se establecen mecanismos de control más sofisticados y menos evidentes que las formas tradicionales de poder. La medicina se erige como uno de estos mecanismos, ejerciendo una influencia profunda y omnipresente en la vida de los individuos. A través de la «mirada médica», la medicina clasifica, normaliza y, en última instancia, ejerce un control sobre los cuerpos, transformando la salud y la enfermedad en vehículos de regulación social.
Vigilar y castigar. Las instituciones de salud
Foucault detalla cómo la medicina, especialmente a partir del siglo XVIII, comienza a jugar un rol crucial en la sociedad no solo en el ámbito de la curación sino como una fuerza disciplinaria. Hospitales, clínicas y otras instituciones médicas se convierten en espacios de vigilancia donde el cuerpo y la mente son objeto de observación y control. La institucionalización de la medicina refleja la transición hacia una sociedad disciplinaria donde el poder se ejerce más por la vigilancia y la normalización que por la fuerza física directa.
La autoridad médica
Este nuevo paradigma de poder se manifiesta claramente en la relación médico-paciente, que Foucault analiza críticamente. El médico, armado con el conocimiento y la autoridad que le confiere la ciencia médica, se posiciona como un agente de poder, capaz de definir normas de salud, diagnosticar y, en última instancia, modificar comportamientos a través de tratamientos. La autonomía del paciente se ve reducida ante la autoridad médica, ilustrando cómo el poder puede moldear las identidades y las prácticas individuales.
Medicina y control social
La aplicación del poder médico se extiende más allá de la clínica, infiltrándose en diversos aspectos de la vida cotidiana a través de políticas de salud pública, programas de prevención y campañas de concienciación. Estas intervenciones, aunque a menudo justificadas en nombre del bienestar colectivo, reflejan y refuerzan la capacidad de las instituciones de ejercer un control sobre la población. Foucault nos invita a cuestionar críticamente estas prácticas, poniendo de relieve cómo pueden perpetuar desigualdades y someter a los individuos a normas arbitrarias.
Vigilar y castigar. Prisiones y manicomios
Las prisiones y los manicomios, aunque a primera vista pueden parecer instituciones destinadas a propósitos muy distintos, presentan una serie de equivalencias sorprendentes que reflejan cómo las sociedades gestionan lo que consideran desviaciones de las normas establecidas. Ambas instituciones son, en esencia, espacios de confinamiento y segregación, diseñados para aislar a aquellos individuos que son vistos como una amenaza, ya sea para la seguridad pública o para la normativa social y moral. La equivalencia fundamental entre prisiones y manicomios radica en su función de control social, actuando como mecanismos para imponer orden y disciplina mediante el aislamiento y la vigilancia constante de los internos.
En ambos casos, la libertad personal se ve drásticamente reducida, y la vida de los individuos confinados está sujeta a una estructura rígida y a la autoridad de quienes gestionan estas instituciones. Este paralelismo se extiende a la forma en que ambas instituciones utilizan la clasificación y la medicalización para justificar y perpetuar el confinamiento. En los manicomios, los diagnósticos psiquiátricos sirven para etiquetar a los individuos y definir sus tratamientos, mientras que en las prisiones, la clasificación de los delitos determina la duración y condiciones de la condena. Este proceso de etiquetado y clasificación refuerza la estigmatización de los internos, dificultando su reintegración en la sociedad una vez que salen de la institución.
Estas equivalencias nos obligan a cuestionar la efectividad y humanidad de estas formas de confinamiento, impulsando un debate crítico sobre alternativas más justas y rehabilitadoras que puedan atender las causas subyacentes de la conducta desviada sin recurrir al aislamiento y la exclusión.
Conclusión
«Vigilar y Castigar» nos ofrece una perspectiva única sobre la medicina, mostrándola no solo como una práctica dedicada a la curación, sino como un poderoso medio de control social. La obra de Foucault nos desafía a reflexionar sobre las implicaciones éticas y políticas de la práctica médica, y cómo esta se entrelaza con las estructuras de poder en la sociedad.
La contribución de Foucault en «Vigilar y Castigar» es invaluable para entender la complejidad de la medicina dentro de la maquinaria del poder social. Al desvelar la medicina como un instrumento de poder, Foucault no solo enriquece nuestra comprensión de la práctica médica sino que también nos impulsa a buscar formas de salud y bienestar que sean más justas, equitativas y respetuosas de la autonomía individual.
Documental SICKO: Una crítica al sistema de salud de EE.UU.
En el año 2007, el cineasta Michael Moore presentó al mundo su documental «Sicko», una obra que, con un estilo provocativo y emotivo, lanzó una crítica contundente contra el sistema de salud estadounidense. A través de testimonios personales, comparaciones internacionales y actuaciones directas, Moore expone las profundas fallas de un sistema que privilegia el beneficio económico sobre la salud y el bienestar de las personas.
La crítica a la industria del seguro
«Sicko» inicia su narrativa mostrando casos conmovedores de individuos que han sido devastados financieramente o que han visto negada la atención médica necesaria debido a las políticas excluyentes de las compañías de seguros. Moore pone en evidencia cómo estas empresas operan bajo un modelo que busca maximizar las ganancias a costa de los pacientes, denegando coberturas y sometiendo a los asegurados a procedimientos burocráticos interminables.
Un vistazo a sistemas de salud alternativos
Una de las estrategias más efectivas de Moore es la comparación del sistema de salud de EE.UU. con los de otros países como Canadá, el Reino Unido, Francia y Cuba. En estos lugares, se presenta una realidad alternativa: sistemas de salud universalmente accesibles, donde la atención es gratuita en el punto de servicio. Moore destaca no solo la eficiencia de estos sistemas sino también la satisfacción general de los pacientes, subrayando la posibilidad de una alternativa viable al modelo estadounidense.
La moralidad del cuidado de la salud
Más allá de la crítica económica y política, «Sicko» plantea preguntas fundamentales sobre la ética y moralidad de un sistema que permite que sus ciudadanos sufran y mueran por falta de acceso a servicios básicos de salud. Moore argumenta que el cuidado de la salud debe ser considerado un derecho humano, en lugar de un servicio mercantilizado al que solo algunos pueden acceder.
Moore utiliza ejemplos contundentes para ilustrar cómo la lógica de mercado y la rentabilidad se anteponen a las necesidades y derechos más básicos de los individuos.
Uno de los ejemplos más impactantes presentados es el de una pareja que se ve obligada a vivir en el sótano de sus propios padres después de que se les negara la cobertura para el tratamiento de cáncer. Esta historia no solo resalta la inhumanidad de un sistema que valora más las ganancias que las vidas humanas, sino que también pone de manifiesto el profundo impacto social y emocional que estas políticas tienen en las personas.
Otro caso es el de un joven que, después de un accidente, se ve forzado a elegir entre la reimplantación de su dedo medio o su anular debido a los costos prohibitivos de la cirugía. Este dilema destaca la grotesca realidad de un sistema donde las decisiones de vida o muerte, o en este caso, de mutilación, se toman en función de la capacidad de pago del paciente, no de sus necesidades médicas.
Moore contrasta esto con los sistemas de salud en Canadá, el Reino Unido, Francia y Cuba, donde tales decisiones angustiosas son inconcebibles debido a la universalidad y accesibilidad de la atención médica. Estos contrastes no solo evidencian la viabilidad de sistemas de salud basados en principios de equidad y solidaridad, sino que también cuestionan la moralidad de un sistema que elige no adoptar estos principios.
A través de estos ejemplos y comparaciones, Moore no solo argumenta que el acceso a la atención médica debería ser un derecho humano inalienable, sino que también cuestiona la ética de una sociedad que acepta la mercantilización de la salud. «Sicko» se convierte así en un espejo que refleja no solo las fallas de un sistema, sino también un desafío moral a las bases de nuestra organización social y económica en lo que respecta al cuidado de la salud.
Llamado a la acción
«Sicko» no se limita a ser una denuncia; es también un llamado a la acción. Moore invita a reflexionar sobre la necesidad de una reforma profunda que garantice el acceso universal a la salud, proponiendo que es posible y necesario adoptar modelos alternativos que pongan en el centro el bienestar de las personas por encima de los intereses económicos.
Conclusión
Michael Moore, con «Sicko», no solo expuso las fallas de un sistema, sino que también inspiró un debate global sobre la justicia, la equidad y la dignidad en el cuidado de la salud. A más de una década de su estreno, el documental sigue siendo una obra relevante y desafiante que invita a repensar los valores fundamentales que rigen nuestros sistemas de salud.
Bibliografía recomendada:
Moore, Michael. Sicko. Dog Eat Dog Films, 2007.
Daniels, Norman. Just Health: Meeting Health Needs Fairly. Cambridge University Press, 2008.
Sen, Amartya. The Idea of Justice. Harvard University Press, 2009.
Woolhandler, Steffie, y David U. Himmelstein. «The Deteriorating Administrative Efficiency of the U.S. Health Care System.» New England Journal of Medicine, 2012.
La ética en el acto médico es un pilar fundamental que guía la relación entre el médico y el paciente. Más allá de la aplicación de conocimientos médicos y técnicas, la ética médica establece principios morales y valores que orientan la toma de decisiones y el comportamiento profesional del médico. En este artículo, exploraremos la importancia de la ética en el acto médico y cómo influye en la relación médico-paciente.
Importancia de la Ética en el Acto Médico
La práctica de la medicina se basa en una relación de confianza entre el médico y el paciente. La ética médica garantiza que esta relación se base en principios de honestidad, respeto y beneficencia hacia el paciente. Al adherirse a estándares éticos sólidos, los médicos pueden asegurar la integridad y la calidad de la atención médica que brindan.
Autonomía: El respeto a la autonomía del paciente es fundamental. Esto implica proporcionar información completa y precisa sobre su condición médica y los posibles tratamientos, permitiendo que el paciente tome decisiones informadas sobre su atención médica.
Beneficencia: Los médicos tienen la obligación de actuar en beneficio de sus pacientes, buscando su bienestar y salud en todas las decisiones y acciones médicas que tomen.
No maleficencia: Este principio establece que los médicos deben evitar causar daño a sus pacientes. Es fundamental evaluar los posibles riesgos y beneficios de cualquier intervención médica y evitar procedimientos innecesarios o que puedan causar más daño que beneficio.
Justicia: La distribución justa y equitativa de los recursos médicos es esencial en la práctica médica. Los médicos deben tratar a todos los pacientes con imparcialidad y sin discriminación, independientemente de su origen étnico, socioeconómico o cualquier otra característica.
La Relación Médico-Paciente y la Ética
La ética en el acto médico juega un papel crucial en la relación médico-paciente, que se basa en la confianza, la comunicación abierta y el respeto mutuo. Cuando los médicos actúan de manera ética, los pacientes se sienten más seguros y cómodos al compartir información personal y médica, lo que facilita un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo.
Elementos Clave de una Relación Médico-Paciente Ética:
Confidencialidad: Los médicos deben respetar la confidencialidad de la información médica de sus pacientes y solo divulgarla con su consentimiento o cuando sea necesario por razones médicas legítimas.
Empatía: La empatía es fundamental para una relación médico-paciente efectiva. Los médicos deben mostrar comprensión y preocupación genuina por las preocupaciones y necesidades de sus pacientes, creando un ambiente de apoyo y colaboración.
Comunicación efectiva: Una comunicación clara y abierta es esencial en la relación médico-paciente. Los médicos deben explicar los diagnósticos, tratamientos y opciones de atención de manera comprensible y responder a las preguntas y preocupaciones de los pacientes de manera honesta y respetuosa.
Ética en la Era Digital
Con el advenimiento de la tecnología y la medicina digital, la ética en el acto médico también se extiende al uso responsable de la información médica en línea y la comunicación virtual con los pacientes. Los médicos deben proteger la privacidad y confidencialidad de los datos médicos de los pacientes en entornos digitales y asegurarse de utilizar la tecnología de manera ética y segura en su práctica médica.
Conclusión
La ética en el acto médico es un principio fundamental que guía la práctica médica y la relación médico-paciente. Al adherirse a principios éticos sólidos, los médicos pueden garantizar la integridad y la calidad de la atención médica que brindan, promoviendo la confianza, el respeto y el bienestar de los pacientes.
La publicidad de medicamentos ha evolucionado para convertirse en un actor clave en la construcción de percepciones sobre la salud. Este artículo examina críticamente cómo la publicidad contribuye a la medicamentalización, influenciando las actitudes de la sociedad hacia los tratamientos y generando implicaciones significativas para la salud pública.
El Poder de la Publicidad en la Medicamentalización
La publicidad de medicamentos desempeña un papel crucial al dar forma a la percepción pública de la salud y las soluciones médicas. El constante bombardeo de mensajes persuasivos puede contribuir a la medicamentalización, presentando problemas cotidianos como condiciones médicas que requieren intervenciones específicas.
Estrategias de Publicidad que Fomentan la Medicamentalización
Creación de Necesidades:
La creación de necesidades es un elemento clave en las estrategias publicitarias de la industria farmacéutica, donde los síntomas comunes pueden ser exagerados y presentados como signos alarmantes de condiciones médicas graves. Estos anuncios a menudo aprovechan el miedo y la ansiedad de los espectadores al resaltar los posibles riesgos asociados con ciertos síntomas, lo que puede llevar a una percepción exagerada de la gravedad de la situación. Al crear una sensación de urgencia para buscar tratamiento, las campañas publicitarias generan una presión implícita sobre los consumidores, instándolos a buscar soluciones rápidas para aliviar sus síntomas.
Esta sensación de urgencia puede llevar a decisiones precipitadas y a una mayor inclinación a optar por tratamientos farmacéuticos, incluso cuando pueden no ser necesarios o apropiados. En última instancia, esta táctica contribuye a la medicamentalización al convertir síntomas comunes en problemas que requieren intervención médica inmediata, lo que alimenta el ciclo de dependencia de la medicación para abordar una amplia gama de malestares.
Idealización de la Solución Médica:
La idealización de la solución médica es una estrategia recurrente en la publicidad de medicamentos, donde los productos se presentan como soluciones milagrosas que ofrecen resultados rápidos y efectivos. Estos anuncios suelen centrarse en resaltar los beneficios potenciales del medicamento, haciendo hincapié en cómo puede aliviar los síntomas o mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, esta representación a menudo carece de una visión equilibrada al no abordar adecuadamente los posibles riesgos, efectos secundarios o limitaciones del tratamiento.
Al omitir esta información crucial, la publicidad crea una imagen sesgada y poco realista de los medicamentos, lo que puede llevar a una percepción exagerada de sus beneficios y una subestimación de sus posibles riesgos. Esta idealización fomenta una mentalidad de «píldora mágica», donde los consumidores buscan soluciones rápidas y fáciles para sus problemas de salud, sin considerar completamente otras opciones de tratamiento o enfoques más holísticos. Como resultado, se refuerza la tendencia hacia la medicamentalización al promover la idea de que la respuesta a cualquier malestar se encuentra exclusivamente en la intervención médica y farmacológica, pasando por alto otras consideraciones importantes para la salud y el bienestar integral.
Influencia en el Autodiagnóstico:
La publicidad de medicamentos ejerce una influencia significativa en el autodiagnóstico al fomentar la identificación con síntomas comunes y presentar los medicamentos como soluciones directas. Al destacar los síntomas que podrían ser indicativos de ciertas condiciones médicas, los anuncios pueden inducir a los espectadores a identificarse con esos síntomas y, por lo tanto, a autodiagnosticarse. Esta práctica, aunque puede proporcionar cierto grado de empoderamiento al individuo al aumentar su conciencia sobre su salud, también puede ser problemática al promover una cultura de autotratamiento y búsqueda de soluciones sin la guía de profesionales de la salud.
La publicidad puede crear la ilusión de que los medicamentos de venta libre son adecuados para abordar cualquier malestar, sin la necesidad de consultar a un médico o profesional de la salud. Esto puede llevar a una subestimación de la importancia de una evaluación médica adecuada, así como a un uso inapropiado o excesivo de medicamentos sin la supervisión adecuada. En última instancia, esta influencia en el autodiagnóstico contribuye a la medicamentalización al fomentar la percepción de que los problemas de salud pueden ser resueltos de manera rápida y fácil mediante la automedicación, sin considerar adecuadamente los riesgos y las implicaciones para la salud a largo plazo.
Impactos Sociales y de Salud Pública
La medicamentalización promovida por la publicidad de medicamentos puede tener consecuencias significativas en la sociedad y la salud pública.
Sobreconsumo de Medicamentos:
El sobreconsumo de medicamentos, exacerbado por la publicidad farmacéutica, ha generado un aumento preocupante en la prescripción y compra de fármacos innecesarios. Las campañas publicitarias a menudo promueven medicamentos como soluciones rápidas y efectivas para una amplia gama de dolencias, incluso aquellas que podrían ser autolimitadas o manejadas con enfoques no farmacológicos.
Esta constante exposición a mensajes persuasivos puede llevar a una mayor demanda por parte de los consumidores y presión sobre los profesionales de la salud para recetar medicamentos, incluso cuando no son la opción más adecuada. El resultado es un aumento en el consumo innecesario de medicamentos, lo que no solo representa un desperdicio de recursos, sino que también contribuye a problemas de salud pública más amplios, como la resistencia a los antibióticos.
El uso indiscriminado e inapropiado de antibióticos, a menudo impulsado por la demanda del consumidor y la presión de los anuncios publicitarios, ha llevado al desarrollo de cepas resistentes de bacterias, lo que compromete la efectividad de estos medicamentos y aumenta el riesgo de infecciones graves y potencialmente mortales. Este fenómeno ilustra cómo el sobreconsumo de medicamentos, impulsado en parte por la publicidad, puede tener consecuencias graves para la salud pública y resalta la necesidad de una regulación más estricta y una mayor conciencia sobre el uso responsable de los medicamentos.
Medicamentalización de condiciones Normales:
La medicamentalización de problemas normales, alimentada por la publicidad de medicamentos, representa una tendencia preocupante en la sociedad contemporánea. Esta práctica implica la transformación de experiencias comunes y variaciones normales en la salud en condiciones médicas que requieren intervención y tratamiento. Los anuncios farmacéuticos a menudo exacerban preocupaciones sobre síntomas cotidianos, convenciendo a los espectadores de que necesitan medicamentos para abordar lo que podría ser simplemente una parte natural del ciclo de la vida o una reacción temporal a situaciones estresantes.
Como resultado, se genera ansiedad innecesaria y una dependencia de tratamientos farmacológicos para problemas que podrían resolverse de forma natural o con enfoques no médicos. Esta medicamentalización de aspectos normales de la vida puede tener consecuencias perjudiciales, tanto a nivel individual como a nivel social, ya que fomenta una mentalidad de «medicalizar todo» en lugar de fomentar la autonomía y el autocuidado.
Además, puede conducir a un aumento en el gasto en atención médica y medicamentos, así como a una sobreutilización de recursos de salud, desviando la atención y los recursos de problemas de salud más graves y urgentes. En última instancia, la medicamentalización de problemas normales resalta la importancia de abordar críticamente la influencia de la publicidad de medicamentos en la percepción de la salud y la toma de decisiones médicas, promoviendo en su lugar un enfoque más equilibrado y holístico hacia el bienestar humano.
Desafíos para el Sistema de Salud:
La publicidad de medicamentos plantea desafíos significativos para el sistema de salud, especialmente en términos de la creciente demanda de servicios médicos y recursos. La promoción constante de medicamentos como soluciones rápidas y efectivas ha llevado a un aumento en las consultas médicas y la prescripción de medicamentos, lo que ejerce presión sobre los sistemas de atención médica ya sobrecargados. Esta mayor demanda no solo afecta la disponibilidad de citas y recursos para los pacientes, sino que también puede contribuir a la medicamentalización excesiva, con consecuencias como el sobreuso de medicamentos y la falta de atención a problemas de salud subyacentes.
Además, la publicidad de medicamentos a menudo distrae a la atención de problemas de salud más amplios y subyacentes al enfocarse en el alivio sintomático rápido en lugar de abordar las causas fundamentales de las enfermedades. Esto puede perpetuar un enfoque reactivo en lugar de preventivo en la atención médica, lo que dificulta la implementación de intervenciones eficaces para abordar problemas de salud pública crónicos y emergentes. En última instancia, estos desafíos subrayan la necesidad de un enfoque más equilibrado y holístico en la promoción de la salud, así como de políticas y regulaciones que aborden de manera efectiva la influencia de la publicidad de medicamentos en el sistema de salud y en la salud pública en general.
Reflexiones sobre la Ética Publicitaria
Es crucial reflexionar sobre la ética en la publicidad de medicamentos y su impacto en la salud pública. La promoción responsable y equilibrada puede contribuir a una sociedad informada y empoderada en lugar de fomentar la medicamentalización indiscriminada.
Bibliografía
Mintzes, B. (2012). Disease mongering in drug promotion: do governments have a regulatory role?. PLoS medicine, 9(5), e1001226.
Moynihan, R., & Cassels, A. (2005). Selling sickness: how the world’s biggest pharmaceutical companies are turning us all into patients. Random House.